Postal que reproduce una pintura de siglo XVII de la escuela española. Representa a un joven soldado que yace muerto en un paisaje árido, con un cielo que se oscurece a su alrededor. Una palidez mortal tiñe su rostro y su mano izquierda descansa sobre la empuñadura de su espada. Su mano derecha huesuda y de gran tamaño, descansa prominentemente sobre su pecho. La armadura del hombre brilla en la luz tenue, y un lazo cuelga flácido de su zapato. Una lámpara cuelga de una rama sin hojas; una brisa lo ha hecho balancearse y su llama se ha apagado. Un cráneo y huesos yacen a la izquierda, y junto con la llama apagada, deben considerarse símbolos de vanitas, aludiendo a la brevedad de la vida humana y la repentina muerte. Más de un siglo de inve...