ANÁLISIS GENÉTICO PARA LA CONSERVACIÓN DE Agave cupreata TREL. & BERGER (AGAVACEAE).

Agave cupreata (maguey chino o papalote), es una planta solitaria, se distribuye principalmente en bosques de pino-encino, en altitudes que varían de 1220 a 1850 msnm en la depresión del Balsas de los estados de Guerrero y Michoacán, en los municipios de Tzitzio, Villa Madero, Morelia, Jungapeo, Turicato y Charo en Michoacán., y en Xochipala, Tixtla, Atlixtac, Chilapa de Alvarez entre otros en Guerrero (Gentry 1982, Martínez-Palacios comun. pers). Las comunidades marginadas asentadas en las áreas de distribución de la planta, por décadas e incluso centurias han sobre-colectado plantas silvestres potencialmente adultas para la elaboración de mezcal artesanal. Esta acción de sobre explotación de plantas en combinación con el hecho de que la planta no registra propagación vegetativa, paulatinamente ha evitado el reclutamiento de plantas por semillas, lo cual ha puesto en grave riesgo de extinción a las poblaciones, particularmente las distribuidas en el estado de Michoacán. La disminución alarmante de las poblaciones, derivada del continuo saqueo de plantas, muestra la necesidad de conocer la estructura genética de las poblaciones para poder generar alternativas para su conservación. Por lo anterior, la aplicación de estudios en genética de poblaciones, a través de marcadores isoenzimáticos de 12 poblaciones o sitios de colecta, representativos de su distribución natural, permitió determinar altos niveles de variación genética (He = 0.467, P = 92.6). La diferenciación entre poblaciones fue baja (FST = 0.042), existe exceso de heterócigos tanto a nivel de subpoblación como a nivel de población (FIS = - 0.1179, FIT = -0.0708). Por lo anterior no existe evidencia de que la especie esté entrando en un cuello de botella. Los resultados genéticos registraron alta variación genética en A. cupreata, sin embargo, debido a la baja diferenciación entre poblaciones, existe un comportamiento de meta- población, hecho que permitiría proponer que las poblaciones que contengan una mayor variabilidad genética se incorporen a programas de manejo y conservación