SEGUIMIENTO EPIDEMIOLÓGICO DE LAS PERSONAS EXPUESTAS A LA MORDEDURA POR MURCIÉLAGO HEMATOFAGO EN EL MUNICIPIO DE TZITZIO MICHOACÁN.

La rabia es una zoonosis de los mamíferos causada por un virus de la familia Rhabdoviridae (virus de la rabia) del genero Lysavirus, que se transmite al hombre en forma ocasional por la saliva de animales infectados, a partir de una mordedura, rasguño o de una lamedura sobre mucosa o piel con solución de continuidad provocando un cuadro de encefalitis viral. Esta se presenta en dos modalidades epizootiologícas: considerándose la rabia “urbana”, cuando el reservorio predominante es el perro y “silvestre” si los reservorios son otros mamíferos, especialmente quirópteros, la cual ha ido incrementando notablemente en los últimos años.1,2 Aunque se han usado muchas modalidades terapéuticas e intervenciones clínicas muy sofisticadas, la rabia humana mantiene la distinción de seguir siendo la enfermedad infecciosa más antigua y con la tasa de letalidad más alta, aunque presumiblemente existen casos de humanos que se recuperaron de la enfermedad, no han sido comprobados a plena satisfacción, su presencia se ha establecido en casi todas las aéreas pobladas del país y afecta principalmente a la población que vive en condiciones de pobreza o suele estar relacionado con la invasión y depredación de los bosques, lo que disminuye las fuentes de alimento de los murciélagos hematófagos, forzándolos a recurrir a las comunidades para alimentarse.3,4 La enfermedad de la rabia ocurre en todos los continentes con la excepción de algunos países de Oceanía, aunque algunos países están actualmente libre de la infección, incluyendo: Barbados, Jamaica y algunas islas caribeñas, así como Uruguay en América, Japón en Asia; Bulgaria, Irlanda, Noruega, Portugal, España, Gran Bretaña y algunos escandinavos en Europa, siendo exclusiva la transmitida por murciélagos hematófagos en Latinoamérica