Intertextualidad del género picaresco en La tumba de José Agustín

José Agustín revolucionó la literatura de los años sesenta en nuestro país. México ve nacer a un gran escritor en 1964, un joven, pero gran escritor. Su novela La tumba vino a refrescar a la literatura que se escribía y se leía hasta entonces. Muchos otros escritores, jóvenes como él, comienzan hablar de temáticas similares; en sus obras, la juventud se ve reflejada y exaltada por creadores que procuran una nueva forma literaria: la literatura de la Onda. José Agustín y los escritores de esta nueva corriente hablan de temas y emplean técnicas que dan voz y van dirigidas a los jóvenes mexicanos; su formato, su lenguaje y sus historias se consideran atrapantes y agradables. José Agustín renovó la literatura hablando sobre un grupo del cual las obras literarias anteriores hacían poca referencia, poco se decía de él; sin embargo, poco más de trescientos años antes, la novela picaresca había mostrado ya, a su manera, una visión diferente en la novelística de su época. La picaresca presenta historias reales, acontecimientos en los que la pobreza y el deseo de salir adelante son los motores para los nuevos protagonistas: los pícaros. Este tipo de personaje es un luchador, un protestante que lleva en sus entrañas una exaltación del no idealismo, de mostrarnos que no todo es color de rosa, y que existe una realidad que no todos están dispuestos a contar, a mostrar. José Agustín, a través de su primera novela, busca mostrar su mundo, su realidad, vista por jóvenes, por adolescentes del México de los años sesenta del siglo XX. La presente investigación intenta encontrar elementos análogos entre ambos tipos de historias; busca mostrar que sus diálogos e intertextos tienen concordancias que se emplearán para concretar que la novela picaresca es una base narrativa que José Agustín tomó para la creación de personajes y acontecimientos de su primera novela, La tumba. El protagonista, Gabriel Guía, y sus amigos –y otros personajes no tan amigos– son algunos pícaros modernos del México del siglo XX, y otros son personajes parecidos en diversos ámbitos a los creados dentro de la novela picaresca. La novela de la Onda se estructura a partir del Lazarillo de Tormes y las demás novelas picarescas españolas en niveles intetextuales, como lo intentaré mostrar, a partir de las características de cada una de estas corrientes literarias, de sus obras más representativas y de los rasgos análogos que presentan entre ellas