CINE, HISTORIA Y CONVERGENCIA UN ACERCAMIENTO SOCIOCRÍTICO A LA PRODUCCIÓN DE LA PELÍCULA ROJO AMANECER

La elección de Rojo amanecer como objeto de estudio. Rojo amanecer, de Jorge Fons, llamó nuestra atención, en buena medida, por las polémicas que suscitó en el momento de su aparición (1988). Se planteó, desde el inicio, como una película de denuncia sobre la masacre del 2 de octubre de 1968. Este tema ha resultado por demás incómodo para los gobiernos (principalmente los de corte priísta), por lo que el filme sufrió los efectos de la censura: en algunas ciudades su estreno fue prohibido y tuvo que ser vista en modestos cines de pequeñas localidades. Rojo amanecer recupera una parte de la historia de México (uno de sus episodios más vergonzosos), y plasma una concepción particular sobre los acontecimientos ocurridos en la Plaza de las Tres Culturas en la fecha señalada. Nuestro interés se incrementó desde el momento en que nos dimos cuenta que el filme de Fons representa otra de las respuestas producidas en la década de los ochenta por la necesidad de la sociedad de saber qué fue lo que realmente ocurrió ese 2 de octubre. Hay que recordar que en esta década, particularmente durante su segunda mitad, la presión social creció de manera significativa con las exigencias al gobierno porque se investigase estos acontecimientos. La matanza de Tlatelolco volvió a marcar la producción cultural veinte años después