EL INTERVENCIONISMO COMO MOTOR DE DESARROLLO ECONOMICO Y SOCIAL

El principal objetivo de la ciencia económica, en tanto a sus aplicaciones macroeconómicas, es comprender adecuadamente el comportamiento de los fenómenos económicos que ocurren, tanto enfocados a un caso en particular, como a todos los casos en general, de manera que puedan implementarse y ponerse en práctica políticas económicas racionales que coadyuven a resolver los problemas que aquejan a la sociedad en su conjunto, o a una parte de ella. Esta comprensión exige contar con teorías y leyes de comportamiento que expliquen el mecanismo que subyace en dichos fenómenos, en la presunción de explicar el por qué de ciertos eventos o de justificar la relación entre dos o más elementos, para de esta manera proveer una estructura lógica para organizar y analizar datos económicos, y facilitar la predicción de las consecuencias de algunos acontecimientos. Es, precisamente, la preocupación por el desarrollo económico y bienestar social lo que hace que la teoría sea tan necesaria e importante, pues, si no hubiese posibilidad de influir sobre la actividad económica a través de políticas públicas, económicas y sociales, con el objeto de cambiar ciertos sucesos que consideramos desfavorables, la economía sería una ciencia meramente descriptiva e histórica. Ahora bien, las discusiones científicas de los problemas económicos y sociales en torno al deber ser de las cosas son tan antiguas como las propias ciencias sociales, y surgen como consecuencia del posicionamiento de los intelectuales que, en busca de teorías y leyes de comportamiento de los fenómenos económicos y sociales, plantean de forma abierta un conflicto entre su propia posición y las de otros, y argumentan a favor del camino que consideran más adecuado para resolver los problemas que aquejan a la sociedad. En este sentido, el primer conflicto que se presenta es en relación a la posición que debe asumir el Estado, como única autoridad con la facultad para marcar normas y límites de conducta en la sociedad que le compete, en torno a las relaciones económicas que sostienen las entidades económicas y los individuos que a ésta integran, en virtud de alcanzar el desarrollo económico y social. En otras palabras, la necesidad o no de participación del Estado, así como la manera en que éste debería participar, a través de políticas, leyes y otras regulaciones, con respecto a su interacción con el comportamiento de los fenómenos económicos, o bien, el intervencionismo del Estado en la economía. Si bien la Ciencia Económica ha mejorado las teorías del Estado, aún enfrenta el desafío de enriquecer el trabajo teórico y empírico en este campo de estudio. De lo anterior se observa que, a pesar de que el tema ha sido discutido tan ampliamente, los estudiosos del mismo no parecen ponerse de acuerdo en relación a cómo debe operar el aparato político con respecto a la población que gobierna y regula, a fin de alcanzar y garantizar el desarrollo económico y social, no obstante que se trata de una necesidad real y actual en todos los países del mundo. Si no para alcanzarlo, sí para garantizarlo