Blandine Rannou, clavecinista (Francia)

Concierto interpretado por la clavecinista francesa Blandine Rannou. Rannou nació en 1966 en Clermont-Ferrand. Adelantó sus estudios en el Conservatorio Nacional Regional de Angers y por unanimidad obtuvo el primer premio de clavecín en 1983. Más tarde ingresó al Conservatorio Nacional Superior de Música de París, en donde obtuvo, en 1987, los primero premios en clavecín y en bajo continuo, seguidos de un primer premio en música de cámara en 1988; en ese mismo año fue admitida en el tercer ciclo de perfeccionamiento de música de cámara.I Música antigua para nuestro tiempo BLANDINE RANNOU, clavecinista (Francia) Miércoles 9 de abril de 2003 • 7:30 p.m. ALA A E,L ARA N Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. HISTORIAS DE CLAVECINES Jean-Franc;ois Chaudeurge * arpsichord, Clavicembalo, Cembalo, Clavecín ... El ejemplar má antiguo de clavecín que ha llegado hasta nuestros días data del siglo XV, y e en realidad un arpa dotada de un teclado; de allí viene el nombre de Harpsichord. 1 Más cerca de lo Balcanes se hizo referencia al Cembalo de Hungría, de donde se deriva el nombre de clavicémbalo, pero tal referencia es menos exacta porque el cémbalo es de percusión y por ello está más cerca del piano que del clavecín. En el siglo XVI el instrumento se hizo horizontal, se le dotó de cuerdas metálicas y empezó a presentar un cuerpo mucho más largo, de hasta dos metros con 60 centímetro . Foto: Clark Manuel Rodríguez Lo que tocaban el clavecín eran lo mismo qu tocaban el órgano. Lo dos in trumento tienen el mi mo principio: cuentan con vario juegos de onoridade di tintas que se pueden mezclar para obtener un sonido más complejo y potente, pero no es posible actuar con el teclado obre la poten­cia del sonido; de allí nació la idea de dotarlos con diferentes teclados. I Tenía cuerdas de tripa, yen una copia que hicimo en mi taller 'Les Temperaments Inégaux" de París, un amigo colombiano tocaba música llanera! 1 Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 2 Podemos hablar de familias de clavecines, muy distintas según los países y los estilos musicales. La primera es la italiana; sus instrumentos eran largos, dotados de cuerdas de latón, muy ligeros, construidos en ciprés, con curvas fuertes y exponenciales, con un solo teclado y dos cuerdas que se tocaban todo el tiempo juntas. No evolucionó durante tres siglos y finalmente dio nacimiento al piano de Cristofori. De esta familia hacen parte los clavecines españoles y portugueses. Son instrumentos muy polifónicos, con mucho color y presencia. La otra gran familia es la flamenca, de la cual forman parte los famosos clavecines Ruckers, equivalentes, por su fama y costo, a los legendarios Stradivarius en la familia de los violines. Fueron estos instrumentos los primeros en exhibir dos teclados, los cuales al principio no podían ser tocados simultáneamente porque el superior estaba corrido en una cuarta para obtener dos tonos en el mismo instrumento. Solo había dos cuerdas por nota, una al tono y otra a la octava. Pasó con los Ruckers lo mismo que con los Stradivarius: fueron modificados para seguir la evolución musical, con el argumento de que eso hubiera hecho el constructor si aun viviera. Una cuerda fue añadida al teclado superior, y este teclado se movió a la vertical del primero, con un si tema para que los dos se acoplaran. Así nació el clavecín franco-flamenco que se construyó, con ligeras variaciones, en todo el norte de Europa. Con el e pueden obtener diferentes planos sonoro como en el órgano: los dos teclados independientes o los dos acoplados. A lo largo del iglo XVIII, en todas parte de Europa del norte se construyeron instrumentos del tipo que acabamos de describir, pero con caracterí ticas onoras muy distintas según los paí e . El clavecín francés en particular, al igual que el órgano, exhibía muchos colores pero se revelaba poco propicio para la polifonía, como es por ejemplo la de las obras de Juan Sebastian Bach. Un clavecÍn para la Luis Ángel Arango. ¿ Cuál modelo escoger? ¿Hacemos copia de un antiguo? Cuando fui invitado a presentar una propuesta sobre un clavecín para la Sala Luis Ángel Arango, empecé por preguntarme cuál sería el tipo Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. má apropiado. En mi entir, la Sala nece itaba un instrumento de carácter, capaz de asumir todo los papeles, solista conveniente para la mayor parte de la mú ica barroca y acompañante de continuo. Había que descartar los clavecines italianos o franceses puros, demasiado típicos de la música de sus paí e (los franceses tienen bellos colores pero no on lo suficientemente polifónicos para la música de Bach, de los virginalistas o de los compo itores italianos, por ejemplo). Bueno modelos en este sentido pudieran ser unos flamencos del siglo XVII, pero les falta extensión. Quizás lo ideal, dirían algunos, ería tener un clavecín para cada estilo musical, conclusión correcta pero muy poco factible, por decir lo meno . Cierto e también que hay instrumentos más versátiles que otros, y por ello mi elección se orientó por un cIavecín francé ... pero no tan francé . En el Mu eo del Conservatorio Nacional Superior de Música de París se conserva un clavecín fabricado en 1749 por un tal Jean-Claude Goujon, instrumento que él no firmó sino en el interior y que vendió como Rucker , indudablemente movido por apetitos económicos. Era, pues, un falso Ruckers pero re ultó er tan especial que era algo a í como un "falso falo, lo que en toda lógica significa que era un clavecÍn original. 3 Era, en re umidas cuentas, un clavecín francés con una fuerte influencia de Rucker ,con una mayor exten ión -la de cinco octavas que irve para toda la música barroca- y mucho más adecuado para la exigencias de la polifonía. En mi taller de Parí hicimos copia de e te clavecín para unos intérpretes y una instituciones que tenían las mismas nece idades de univer alidad en un solo instrumento: Richard Siegel, clavecinista de la Or he tra J. F. Paillard el Con ervatorio ational de LiBe en el norte de Francia, y el ADIAM, organi mo famo o del e tudi de toda la música barroca, ubicado en Versalles. y es que en el presente casi todo los conciertos de música barroca se tocan con instrumento de ép ca (esto es, del momento histórico que vivieron los compositores que componían el repertorio) o con copia de esto. Pero, ¿qué e una copia? Para mi no es una reproducción mecánica al décimo de milímetro, sino el entendimiento y aplicación de las ideas, el uso de los materiales y el seguimiento de los métodos de una época determinada. Es decir, se busca reproducir un instrumento, con sus características esenciales, pero también con los aportes de la experiencia propia. En cuanto a métodos y materiales puedo mencionar, Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. por ejemplo que todo e termina con herramienta manuales que garantizan una preci ión perfecta. En el siglo XVIII no existía el colbón' cada unión de piezas se lograba con gelatina animal o cola de vaca de la que e usa en lutería; mucho meno existía el plástico, y por ello e elaboraban lo plectros con plumas de ave (afortunadamente sí había vino y muchos tenían conciencia de la moderación con que hay que tomarlo). Estos materiales y los métodos antiguo de trabajarlos son lo que utilizo y aplico cuando hago copias. Naturalmente lo mencionado sería inútil si no tuviera el sustento del estudio histórico de los instrumentos de los repertorios, de las peculiaridades de los diferente estilos musicales del Barroco y de otros aspectos que van más allá de lo puramente técnico. Llegó el gran día ¿ Cuál fue el re ultado del encargo que me hiciera hace dos años el Banco de la República? Es este: un gran clavecín de dos teclado, de una exten ión de cinco octavas, Fa - fa, con un sistema transpositor 4 de dos tono (La 415 hz y La 440 hz), de tres juegos de cuerdas - 2 x 8" y 1 x 4"- basado en el instrumento fabricado en 1749 por Jean­Claude Goujon, in trumento que pertenece al Museo del Con ervatorio Nacional Superior de Mú ica de Parí. El de hoy será el primer recital en el que se escuche el nuevo clavecín de la Luí Ángel Arango y el programa, que erá interpretado por una pre tigio a cl vecini ta france a e tá íntegramente conformad por r pertorio de campo itore france e . Ante esto me ient inclinado a de ear que mi e fuerzo por hacer un in trumento no tan francés no hayan id exito os. Pero i lo fueron significará que con eguí la v rsatilidad que qui e conferirle. Para juzgar i la con eguí lo invito a venir a todo los recitale de clavecín que sean ofrecidos en e te bello cenarío, en lo cuale seguramente e e cucharán, ademá de france e , repertorio italianos, e pañol es, portugueses y alemanes, entre e to el legado de Johann Sebastian Bach. Tengo que decir que me siento muy contento y orgullo o de haber construido un instrumento para una sala que ofrece tanta y tan buena música, y con lo mejores intérpretes. Tengo a í mismo que decir que Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. me complace mucho haberlo hecho en Colombia, y que me siento afortunado de haber contado en esta labor de dos años con la invaluable ayuda de un inteligente cuidadoso y hábil colombiano, mi amigo Miguel Ignacio Solano. "A taquiner le goujon" En francé un goujon es un pescado de río, y cuando uno sale a pescar con caña se dice que va "a taquiner le goujon", esto es, que va a puyar al goujon. No me molestaría que en adelante en la Luis Ángel Arango no se diga más "tocar el clavecín" sino "puyar el Goujon". * Matemático y constructor de clavecine . HECHO EN COLOMBIA Miguel Ignacio Solano* La factura de un clavecín no ólo corre ponde a la de un in trumento mu ical sino también a la de una obra de arte. Hay algo de anacrónico en esta labor. Hace ya más de do iglos que el clavecÍn dejó de ocupar la escena mu ical para darle pa o al piano moderno, un in trumento p r lo demá uperior en ofi ticación y ver atilidad a u antece oro Con el tiempo, el método y lo ecretos de fábrica de los clavecines e olvidaron. Siglos después, el interé de la academia y el público por retomar la mú ica barroca ha dado lugar a un rescate de la antigua escuela de fabricación de estos instrumento. ASÍ, este trabajo tiene tanto de arte como de investigación: para construir cada clavecín, la técnica original se debe re catar de lo museos y de la secular tradición musical europea. El tratamiento de la madera y el método de construcción deben emular lo hecho en los talleres de los siglos XVII y XVIII; así mismo, la afinación del instrumento debe seguir los temperamentos usados en la época. Como resultado, la audición de un clavecín es la experiencia más cercana que se puede tener hoy en día a un recital del período barroco. 5 Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 6 También hay algo de poético en este arte. Se nece ita de la meticulosa rutina del alquimista y de la iluminada pa ión del demiurgo para poder crear un clavecín. Cada tabla de madera usada en el taller debió pasar primero por una minuciosa revisión, cumplir con unas condiciones única de calidad, para por último reposar varios año , si no décadas en un lento proce o de añejamiento. Durante el proceso los cuidados son minuciosos. Cada corte de madera se estudia en detalle y con antelación; el pegado y el ensamblaje corresponden a la tarea de un relojero. Con el tiempo, otros materiales se añaden a la alquimia: hueso hierro y latón se labran; plumas de cóndor y cerdas de jabalí e trabajan y se preparan para integrarse al mecanismo sonoro. Al final, pintura barnices y oro ennoblecen el instrumento. Por último hay algo que evoca la zaga de Fitzcarraldo en esta aventura. Encontrar un taller de clavecines extraviado en la montaña de lo An­de , e un uceso que sólo se puede deber a la conjunción de múltiples coincidencias, Tan particular como es, nuestro empeño en proseguir la tradición de factura de instrumentos europea en esta ciudad implica también varios reto . La madera, plano y herramientas deben hacer un largo viaje de de el otro lado del Atlántico para poder llegar hasta el taller. La literatura di ponible y la grabacione de in trumentos son igualmente e casa aquÍ, por lo que han de ser traídas también de Euro­pa. El taller vive en otra época, creando in trumento de otra época. E ta e , sin duda, una oportunidad excepcional para poder pre entar el r sultado de nue tro trabajo; a í asisto emocionado a la botadura de e te clavecín. *Licenciado en Filo ofia y Letra . A istente de Jean-Franyoi Chaudeurge en la con trucción d llavecin. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. ació en 1966 en Clermont-Ferrand. Adelantó us e tudios en el Conservatorio Nacional Regional de Angers y por unanimidad obtuvo el primer premio de clavecín en 1983. Más tarde ingresó al Conservatorio Nacional Superior de Música de París, en donde obtuvo, en 1987, los primero premios en clavecín yen bajo continuo, eguidos de un primer premio en música de cámara en 1988; en ese mi mo año fue admitida en el tercer ciclo de perfeccionamiento de música de cámara. En 1989 ingre ó al Sweelinck Con ervatorium de Amsterdam para estudiar con Bob Von A peren y participar en los cursos de perfeccionamiento de Gustav LeonhardL En 1992 fue la primera clavecini ta laureada en el Concur o internacional de clavecÍn de Bruja donde fue merecedora del Premio del público a í como del premio e pecial de la RTB (Radio Televisión Belga). Blandine Rannou e cJavecinista del conjunto Il Seminario Musicale (que dirige Gérard Le ne), con el cual realiza una gran cantidad de conciertos y grabaciones. Dedica gran parte de su tiempo a la música de cámara, cultivando los puentes entre las culturas barroca y contemporánea (Maurice Bourgue y Heinz Holiger, por ejemplo) y desempeñándose como clavecinista del conjunto Les Ba ses Réunie con el cual ha grabado varios discos muy bien comentados por la crítica. 7 Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 8 Como solista ha ofrecido recitales en importante fe tivales: Saintes Mardis Musicaux du Chateau de Versaille (Martes Musicales del Castillo de Versalles), Mu icora 1993, Festival de Flandes y Festival de la Roque D'Anthéron. Blandine Rannou es además profesora de bajo continuo en el Conservatorio Nacional Superior de Música de París. Fue nominada en la categoría "Revelación solista instrumental" para la Victoires de la Musique Classique (Victorias de la Música Clásica). Su integral de la obra para clavecÍn de Jean Philippe Rameau (cuatro discos compactos grabados por el sello Zig Zag Territoire), lanzada en abril de 2001, ha sido unánimemente acogida por la crítica. Sus Suites francesas de J. S. Bach (álbum doble lanzado en mayo de 2002 por el mismo sello) recibieron el CROC de la revista Monde de la Musique, un Diapason d'Or yen noviembre del 2002 el gran premio de la Academia Charles Cros. Comentarios de prensa Su interpretación revolucionaria aporta una visión renovada del in trumento y de la obra de 1. P Rameau". (Philippe Ramin, en Répertoire, abril de 2001) Este Rameau lumino o e una lección de profundidad y equilibrio, un mo aico de colore di pue tos con la precisión de una pintura maestra". (Eric Dahan en Libération, junio de 2001) 'Luego de u Integral de Rameau, que nos hechizó el verano anterior, la clavecini ta france a Blandine Rannou e aventura e te año con Bach. Cabe decir de entrada que esta grabación -por su escrupulo a aproximación, su fantá tica toma de onido y su in igual exigencia de claridad y legibilidad- es excepcional. A tal punto que por momento uno cree e cuchar las grabaciones de Bach de Wendy CarIo de los años 70 en el sintetizador Moog· tanto el trabajo sobre el sonido del in trumento como el rigor de la pulsación parecen ometidos a un análisis profundo y de una alta comprensión de las obras". (Eric Dahan, en Libération, junio de 2001) 'El trabajo de Blandine Rannou brilla ahora con todo su esplendor ( ... ) Blandine Rannou sacude los e tereotipos. Su manera de interpretar la Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. integral de las piezas para clavecín de Rameau o las Suites france as de Bach, nos hace descubrir un gran temperamento danzante, profundo, sin la má mínima sombra de monotonía. Demuestra una gran ternura, sensualidad y humor, una inmensa gama de emociones esculpidas con infinita gracia y conciencia. Su clavecín cautiva al auditorio, lo encanta sin ser encantador". (La Tribune, junio de 2002) 'Un tiempo retenido permite al instrumento sonar y resonar, estirar la melodía sin romperla ( ... ) Esta versión no vale solamente por el color sonoro, por la textura musical y la excepcional riqueza armónica ( ... ). reposa también sobre un pensamiento retórico que sabe expresar lo inexpresable, sin tornar pesado el discurso. El peso, la gravedad, la melancolía, habitan las notas pero no paralizan los dedos. Las alemandas y las zarabandas son, bajo esta óptica, admirables por su belleza, conmovedoras por su sentimiento, ricas en poesía contemporánea. Capaz de recortar hasta el más mínimo detalle sin perder de vista el conjunto de la pieza, Blandine Rannou aca a la luz el carácter propio de cada danza: gavotas in olentes, rú ticas bourrées, minueto aéreo ( ... ). De un alto valor espiritual, de una elegancia suprema y de una solvencia técnica soberana, ésta nueva versión de la Suites francesas brilla ya en el firmamento de la discografía". (CHOC du Monde de la Musique, junio de 2002) , E ta profundidad, esta humanidad, Blandine Rannou la alcanza con la precisión de un gran actor; encontramos tanta fineza y emocione en lo minueto de la Suite No. 1, como en la admirable zarabanda de la Suite en Mi; tanta grandeza en la giga en Re, como en la sobriedad de la zarabanda en Si. La simple evidencia del discurso, obtenida con una técnica magistral, aporta una universalidad mas valio a que el di cur o austero de cierto intérpretes de Bach". (Le Monde, domingo 28 de abril de 2002) "Por la gracia de una interpretación temeraria y sensible, ésta nueva integral de las obras para teclado de Rameau, hará historia ( ... ) el texto ha sido sondeado con una agudeza y una técnica infalibles. La riqueza del fraseo y de las desigualdades, la densidad motriz de 9 Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 10 la mano izquierda y la ligereza de los ornamentos, hacen que los tiempos generalmente moderados no se tomen pesados ni narcisistas. Una milagrosa Alemanda de 1724 se suspende así con la gracia de un equilibrista. El aire húmedo de los "Suspiros' prepara nuestros sentidos a la extrema languidez de las 'Musas", improbable y sublime. (Lévénement du mois -5 dispasons- mayo de 2001). Traducción del francés al español realizada por Mauricio Roa ESTE RECITAL SE REALIZA CON EL COPATROCINIO DE LAS SIGUIENTES INSTITUCIONES Embajada De Francia II! UlwrtJ • ~.Ittl • l'Nu"dtl IÉPUBUQ.UB PaANCAISB ALIANZA COLOMBO FRANCESA af Association Franfaise a'Action Artistique El ~ Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. PROGRAMA Extractos del Primer Libro de piezas para clavecln (J 706): Prélude A//emande 2eme A//emande Courante Sarabande Gigue Extractos de las Nuevas Suites: Allemande Courante Saraband Les 3 mains Les Triolets Les Sauvages L 'Enharmonique L'Egiptienne ]EAN-PHILIPPE RAMEAU (1683-1764) ]EAN-PHILIPPE RAMEAU INTERMEDIO Extractos de la Primera Suite: La Laborde La Be//mont La Couperin La Portugaise Extractos del Tercer Libro: La Forqueray Chaconne Extractos del Primer Libro: A//emande La Sensible La Marche des Scythes ANTOINE FORQUERAY (1672-1745) ]ACQUE DUPHLY (1715-1789) PANCRACE ROYER (1705-1755) CONCIERTO No. 16 11 Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 12 Notas al programa Egberto Bermúdez* La música de teclado francesa de la segunda mitad del siglo XVII y el XVIII es una de las componentes más interesantes y atractivas del repertorio para clavecín. En esos momentos, la fabricación de estos instrumentos y la composición de obras para su repertorio comienzan a popularizarse en Francia. A pesar de que este país había contado con algunos fabricantes, hasta entonces estos instrumentos se habían hecho sobre todo en Italia y lo Países Bajos, especialmente por parte de los miembros de la familia Ruckers de Amberes, instrumentos que tuvieron una gran aceptación en toda Europa y especialmente en Francia. Allí, Jacques Champion de Chambonnieres (1601-1672) y su alumno Louis Couperin (1626-1661) fueron los iniciadore de la tradición de composición de piezas para clavecín, movimiento en el que también se destacaron como fabricantes Pierre de la Couture, Antoine Barbier, Michel Richard, Gilbert Des Ruisseaux y Jean Jacquet. Uno de lo a pectos má atractivos de la actividad de estos constructores de clavecines fue su interés en la restauración y adaptación de los in trumento antiguos e pecialmente aquellos flamencos, una tradición que comienza con Nicolas Blanchet (c.1686) y finaliza con Pa cal Jo eph Taskin 11 (c.l790). En esos mi mos año el gusto "francés" se estaba consolidando en el refinad ambiente cultural del reinado de Lui XIV y tomaba elementos de los estilo musicales nativo e italiano, especialmente aquello aportado por Jean Baptiste Lully (1632-1687), notable en u intentos de instauración de la tragedie en musique o tragedie lyrique, cantada en francés. En cuanto a la mú ica instrumental, el laúd y las violas de gamba contaban con una especial predilección, así como también aumentaba, a finales del siglo, l