En la Chanson de Roland, la asociación de Roldán, proz, con Oliveros, sages, forma a primera vista una pareja antitética. La característica principal de uno parece excluir la del otro, pero posiblemente no haya que reducir el motivo a tan drástico maniqueísmo. Dos siglos más tarde, el personaje de Alexandre en el Libro epónimo prefiere rodearse en la batalla de hombres maduros, reconocidos por su sabiduría, en lugar de soldados jóvenes: la razón invocada es que estos últimos son más susceptibles que los primeros de huir en vez de luchar por la victoria. He aquí dos episodios, seleccionados entre otros, que nos invitan a cuestionar el sentido que damos, o más bien que se les daba en la Edad Media, a dos nociones percibidas a menudo como esta...