Incursiones «bárbaras» en el Bicentenario

Este trabajo reflexiona en torno al Bicentenario en Uruguay como un espacio en el cual se recuperan las memorias postergadas, desplazadas o ausentes del imaginario nacional, en especial la «africanidad» y la «indianidad» que Teresa Porzecanski denomina «mitologías de ausencia». Lo que implica explorar los diversos aportes de la literatura en la fragua de la historia nacional y sus dispositivos identitarios: desde la «construcción de la memoria» en el siglo XIX (así el extenso ciclo de las novelas históricas de Eduardo Acevedo Díaz, Ismael, Nativa, Grito de gloria y Lanza y sable, publicadas desde 1888 a 1914), a la «conmemoración» en el primer Centenario (a partir de «La leyenda Patria» y de la Epopeya de Artigas, de Zorrilla de San Martín), y a las «memorias desplazadas» en el Bicentenario (¡Bernabé, Bernabé! (1988) y La fragata de las máscaras (1996) de Tomás de Mattos,). De este modo, los Centenarios constituyen lugares de la memoria (Pierre Nora) privilegiados, en los cuales la literatura interviene desde sus propios fueros.Réflexion sur le Bicentenaire en Uruguay en tant que lieu de récupération de mémoires laissées en arrière, mises à l’écart ou absentes de l’imaginaire national, tout spécialement l’africanité et l’indianité que Teresa Porzecanski nomme « mythologies de l’absence ». Cela suppose d’explorer les divers apports de la littérature dans le travail qui a forgé l’histoire nationale et ses dispositifs identitaires, depuis la « construction de la mémoire » au XIXe siècle (avec le vaste cycle de romans historiques d’Eduardo Acevedo Díaz: Ismael, Nativa, Grito y gloria et Lanza y sable, publiés de 1888 à 1914) jusqu’à la « commémoration » du Centenaire (reprise de la « Légende de la Patrie » et de l’Épopée d’Artigas, par Zorrilla de San Martín) et jusqu’aux « mémoires mises à l’écart » en ce Bicentenaire, avec ¡Bernabé, Bernabé! (1988) et La fragata de las máscaras (1996) de Tomás de Matto. Ces centenaires constituent ainsi des lieux de mémoire privilégiés (Pierre Nora), auxquels la littérature prend part selon ses propres fondements