Does exercise have a neuroprotective function in multiple sclerosis? A brief overview of the physical training potential effects on cytokines and brain-derived neurotrophic factor

Although the advance in disease-modifying drugs has helped to stabilize the multiple sclerosis (MS) course increasing life-expectancy, physical deterioration still supervenes over time in most MS patients. In this context, physical exercise programs are considered a safe and well-tolerated tool to preserve functional independence in this population, which not only provides similar fitness improvements as usually observed in healthy general population, but it may also ameliorate some of the symptoms that this pathology entails (as fatigue, balance deficits, muscle weakness, etc.). Nowadays, the question is if exercise only aids to reverse physical deconditioning associated to the disease or it has the potential to have an impact on MS progression. In the present overview, the role of exercise as complementary therapy for modulating various physiopathological pathways related to MS disease such as inflammation and the neurotrophic support for neuronal survival was revised. Specifically, the exercise ability to modulate the immune system behaviour regulating the pro- and anti-inflammatory cytokine balance, as well as, to promote neuroprotective and neurorestorative mechanisms through the brain-derived neurotrophic factor stimulation was analysed.Aunque los avances farmacológicos han ayudado a estabilizar la evolución de la esclerosis múltiple (EM) aumentando notablemente la expectativa de vida, la mayoría de los pacientes con EM aún sufren un deterioro físico progresivo. En este contexto, los programas de ejercicio físico se consideran una herramienta segura que permite preservar la independencia funcional en esta población, proporcionando no solo las mejoras en la condición física que se observan en la población general, sino que también parecen eficaces para reducir la sintomatología asociada a la EM (como fatiga, déficit de equilibrio, debilidad muscular, etc.). Una de las preguntas actuales que existe en el ámbito científico es si el ejercicio físico sólo permite mejorar los síntomas y revertir el desacondicionamiento físico asociado con la EM o si también tiene el potencial de modular la progresión de la enfermedad. En la presente revisión se ofrece una perspectiva general del posible papel que puede jugar el ejercicio físico como terapia complementaria en la regulación de varias vías fisiopatológicas relacionadas con la EM, tales como la inflamación y el soporte neurotrófico para la supervivencia neuronal. Específicamente, se analizó la capacidad que tiene el ejercicio físico para modular el comportamiento del sistema inmunitario a través de la regulación del equilibrio de citoquinas pro y anti-inflamatorias, así como para promover mecanismos neuroprotectores a través de la estimulación del factor neurotrófico derivado del cerebro