Depresión en la persona adulta mayor institucionalizada: Un nuevo reto

La depresión es un trastorno caracterizado por un deterioro persistente del estado de ánimo, pensamientos negativos y, en algunos casos, síntomas somáticos1. Es un trastorno del estado de ánimo, que se caracteriza por infelicidad, culpabilidad, pérdida de interés por la cotidianidad, entre otras cosas2. Los síntomas pueden dividirse en nucleares, aquellos que corresponden a un estado de ánimo deprimido (tristeza no reactiva a las circunstancias externas, intensa y persistente); la anhedonia; y una disminución de la vitalidad caracterizada por cansancio, fatiga e inhibición; y los síntomas accesorios por su parte comprenden una disminución de atención y concentración, pérdida de confianza en sí mismo y sentimientos de inferioridad, ideas de culpa, perspectiva sombría del futuro, ideas de muerte, pensamientos o gestos suicidas, trastornos del sueño ya sea por insomnio tardío o despertar precoz, y pérdida del apetito y la líbido1.