La diversidad entre las mujeres: dos reseñas

Esta colección de ensayos sobre los dilemas que encaran las feministas en el trabajo de campo, editado por Diane Wolf, constituye un libro de gran interés para las estudiosas de la metodología en la investigación social.Aunque la mayoría de los artículos fueron escritos por antropólogas y sociólogas, este volumen incluye también escritos de economistas, historiadoras y geógrafas. En cada sección, estas académicas explican sus respectivas posiciones de clase, sus preferencias políticas, su filiación religiosa, su pertenencia étnica y su estado civil.Asimismo, discuten sus presupuestos teóricos, sus postura éticas y la forma en que se dio la interacción con sus informantes en sus particulares comunidades de estudio.Sus datos resultan especialmente relevantes, ya que el trabajo de campo fue realizado por investigadoras que pertenecían a diversos grupos políticos y económicamente más favorecidos con mujeres de distintas regiones del llamado “tercer mundo” o entre la población femenina perteneciente a grupos minoritarios en los Estados Unidos (hispanas o negras).Esta disparidad entre el status privilegiado de las investigadoras y la modesta posición de clase de las mujeres “estudiadas” puso sobre la mesa de la discusión las posturas esencialistas que han adoptado, por motivaciones políticas, algunas feministas. De acuerdo con los supuestos esencialistas, las mujeres (las investigadoras y las mujeres estudiadas) estaban igualmente subordinadas y sus roles genéricos eran definidos en los mismos términos, por lo que se supo ne que podrían establecer relaciones “igualitarias”. Una de las preguntas que subyacía y que constituyó un desafío para cada una de las investigadoras fue, si ellas, siendo académicas privilegiadas, podían estudiar a las mujeres pobres, marginales y desprovistas de poder