Vejiga retráctil tras radioterapia por adenocarcinoma de próstata: derivación urinaria cutánea

The cancer of prostate, after that of skin, is the most common among men, and the second mainspring of death for cancer, after the one of lungs. It is more prevalent among the men older than 65 years. A great percentage of individuals with cancer of prostate passes the illness neither with symptomatology nor complications. Although, generally, it does not make to vary the patient�s life expectancy since it grows slowly, a detection and precocious treatment increases the perspective of curing. It is because of that, that when the diagnosis is achieved, not only the clinic phase of the tumor is taken into account but also the prediction factors and the life expectancy of the patient to decide among the different possible therapeutic alternatives (hormonal treatment, radiotherapy, radical prostatectomy...) The cancer of prostate treatment starts with hormonal treatment (andrologic suppression) and, later, a percentil estimation of the tumoral affectation is carried out (according to the age, the clinical phase of the tumor, Gleasson and PSA values). If this indicates a high probability that the tumor is located only in the prostate, a radical prostatectomy is usually the choice. If, on the contrary, the estimation considers that there is a high probability that the attached tissues are affected the piece of advice is to carry out radiotherapy sessions. The used treatments as well as the performances in the development of the professional practice can cause iatrogenic effects.The great challenge for the next years that health workers have is the decrease or elimination of them. In this work we present a case of cancer of prostate treated with radiotherapy that had severe iatrogenic effects.El cáncer de próstata, después del de piel, es el más común en los hombres, y la segunda causa principal de muerte por cáncer, después del de pulmón. Es más prevalente entre los hombres mayores de 65 años. Un gran porcentaje de individuos con cáncer de próstata cursa la enfermedad sin sintomatología ni complicaciones. Aunque, generalmente, no hace variar la expectativa de vida del paciente ya que crece lentamente, una detección y tratamiento precoz aumentan la perspectiva de curación. Es por ello que, cuando se llega al diagnóstico, no sólo se tiene en cuenta el estadío clínico del tumor, sino también los factores pronósticos y la expectativa de vida del paciente para decidir entre las diversas alternativas terapéuticas posibles (tratamiento hormonal, radioterapia, prostatectomía radical...). El tratamiento del cáncer de próstata comienza con tratamiento hormonal (supresión andrológica) y, posteriormente, se realiza una estimación porcentual de la afectación tumoral (según la edad, el estadío clínico del tumor, los valores Gleasson y de PSA). Si ésta indica una probabilidad alta de que el tumor esté localizado únicamente en próstata, una prostatectomía radical suele ser la elección. Si, por el contrario, la estimación considera que hay una probabilidad alta de que los tejidos anexos estén afectados el consejo es realizar sesiones de radioterapia. Tanto los tratamientos utilizados como las actuaciones en el desarrollo del ejercicio profesional pueden producir efectos iatrogénicos. El gran reto para los próximos años que tienen los profesionales sanitarios es la disminución o eliminación de éstos. En este trabajo presentamos un caso de cáncer de próstata tratado con radioterapia que tuvo efectos iatrogénicos severos