Existe una propuesta desde la filosofía política denominada humanismo cívico. Este modelo sociopolítico, que posee claras raíces aristotélicas, ha sido rehabilitado recientemente por el filósofo español Alejandro Llano. El humanismo cívico nos invita a repensar la democracia desde parámetros genuinamente humanos, puesto que en el centro de sus reflexiones sitúa a la persona y su dignidad esencial. Esta propuesta considera crucial el papel de los medios de comunicación en la tarea de humanizar la vida sociopolítica. Se requiere para eso una formación rigurosa de los expertos en comunicación de modo que contribuyan a transmitir la información basándose en lo que se denomina aquí una hermenéutica de la esperanza