Como en su momento la imprenta, o en la actualidad Internet, la aparición de la televisión contribuyó a la gestación de nuevos escenarios educativos, a la vez que generó un nuevo orden mundial en las comunicaciones entre los seres humanos. Si como asegura José Manuel Pérez Tornero: «... la tensión entre el conocimiento generado en la escuela y el generado fuera de ella no ha hecho más que crecer con beneficio de éste último», no arriesgamos mucho en pensar que entre otras cosas, la televisión vino a desafiar la flexibilidad y la creatividad que poseen las sociedades, y en especial las instituciones educativas, para asimilar los nuevos fenómenos tecnológicos. Teniendo en cuenta que toda nueva tecnología crea una crisis de paradigmas con su ...