El pintor de Puente la Reina Diego Polo está afincado con su taller en la citada villa desde 1501 con total seguridad, año en que realiza el retablo de Santa Lucía para la iglesia del Crucifijo de la misma localidad, recibiendo por esta obra una extraña compensación, la de enterrarse el y su familia a los píes de la capilla de Santa Lucía -para la que había pintado el retablo-. Polo, casado con Juana de Aoiz, tuvo al menos cuatro hijos, siendo Martín Polo Aoiz su principal heredero aunque no siguiera con la labor paterna. Por último cabe reseñar su intervención en la parroquia de Artazu que, como el caso del retablo de Santa Lucía para la iglesia del Crucifijo de Puente la Reina eran dos trabajos inéditos hasta el momento