Estructura de la convergencia o grados y postgrados, ¿organización educativa de la reforma?

El proceso hacia un espacio europeo de educación superior unificado es una realidad que se aproxima y una oportunidad para adecuar la universidad a la actual sociedad dialógica. La organización educativa que se propone reestructurará nuestro sistema universitario en grados y postgrados, surgiendo nuevos y viejos retos pendientes de la universidad cuya resolución es clave para el desarrollo de una universidad de calidad, diversa y competitiva. Por un lado, la necesidad de garantizar que todas las personas tengan igualdad de oportunidades en acceder a los grados y a los postgrados independientemente de su situación socio-económica, procedencia cultural o cualquier otra diferencia, en otras palabras, uno de los retos es reflexionar como estas nuevas titulaciones deben ser ofertadas para toda la sociedad desde la universidad pública. Por otro lado, nos encontramos con la asignatura pendiente de abandonar viejos feudalismos basados en pretensiones de poder y dejar paso a actuaciones que se rijan por los criterios de calidad y de diálogo. La democratización y la calidad universitaria van indudablemente unidas. El proceso europeo nos abre las puertas a un replanteamiento del papel que puede desarrollar la universidad en la sociedad y como ésta debe revertir y contribuir tanto al avance científico como a la mejora social