as teorías newtonianas comenzaron a ser conocidas del gran público español gracias a la difusión que Benito Jerónimo Feijóo emprendió en sus Cartas Eruditas (1744, tomo II). Pero Feijóo no fue el primero ni el único en conocer las obras de Newton. De hecho, el propio benedictino confiesa no haber leído los Principia, sino referencias de s'Gravesande. El estudio de una pequeña parte de la Biblioteca de Martín Sarmiento, discípulo y defensor de Feijóo, realizado por Giovanni Stiffoni, vendría a confirmar la idea de un tardío conocimiento de los Principia; en todo caso, no antes de 1742, mucho después que en otras partes del Continente Europeo. En este trabajo intentamos mostrar que Stiffoni realizó un análisis incorrecto, y que la obra de New...