Desde la sociolingüística se considera que las actitudes lingüísticas tienen un papel clave en el uso de la lengua y permiten conocer las identidades sociales de quienes las realizan. A pesar de ello, todavía son insuficientes los estudios que miden las percepciones de los hablantes respecto a los signos no verbales de la interacción. El silencio ha sido interpretado entre algunos grupos de jóvenes españoles como un recurso comunicativo frecuente con amigos que (1) los identifica socialmente, (2) les permite crear afiliaciones y estrechar vínculos con su grupo y (3) los diferencia de otras comunidades de práctica. En este trabajo, se aporta información sociopragmática (sobre lo que los jóvenes consideran socialmente válido según sus creenci...