La madrileña Academia de Bellas Artes de San Fernando, fundada en el principio humanista de la unión de las tres artes liberales por medio del dibujo, otorgó un lugar de importancia a este último a lo largo del siglo XVIII, sobre todo en materia de enseñanza arquitectónica. La falta de consenso sobre la metodología y pedagogía en este campo hasta los últimos años del siglo supuso, sin embargo, una sobrevaloración de las matemáticas con respecto al dibujo en la educación de los arquitectos./nLa resistencia hacia un dibujo arquitectónico «pictórico» se enmarca en el contexto de lucha contra el barroco castizo en un momento en el que la Academia se esforzaba con todos sus medios por el control exclusivo de los títulos de arquitecto. Esta situa...