En la práctica diaria como docentes nos enfrentamos al reto de comunicar nuestro conocimiento y experiencias de investigación a estudiantes, colegas y otros investigadores. En ese quehacer hemos cultivado la comunicación oral y quizás dejado de lado la comunicación escrita. Generalmente consideramos que la divulgación de los resultados de investigación se realiza participando con ponencias en seminarios, simposios y congresos. Y aunque esta es una manera rápida y eficaz de transferir conocimientos a las masas, la publicación de artículos científicos originales es lo que realmente permite consolidar la trayectoria de investigación