La obra coreográfica de Pina Bausch (Solingen, 1940-Wuppertal, 2009) sustentada sobre sus recuerdos de infancia, nos habla de tragedias aterradoras como la guerra que vivió y de otros dramas cotidianos. Una co-biografía construida colectivamente junto a sus bailarines y bailarinas, capaz de cartografiar las miserias y los temores más universales, de manera no razonada, sino corporeizada. La desesperanza y la angustia subidas a escena en una especie de catarsis acompasada y compartida a partir de la experiencia del cuerpo, que busca la conexión con el mundo, el apoyo en los otros, las otras, para calmar el sufrimiento y curar el trauma. Bausch universaliza el drama humano, porque lo que allí sucede nos vincula a todos y todas