[Resumen] El Concilio Vaticano II inspiró una nueva concepción del templo católico. En el capítulo VII de la constitución Sacrosanctum Concilium, el templo —llamado iglesia— se entiende a partir de siete principios generales: libertad de estilos artísticos; aptitud para una liturgia comunitaria; capacidad simbólica; sencillez y autenticidad; comodidad; casa abierta y acogedora; y reforma de los edificios existentes. A pesar de la aparente novedad de las inspiraciones conciliares respecto de la nueva liturgia y su arquitectura, estas disposiciones son una actualización de aquellas impulsadas por los reformadores protestantes, en oposición a las prácticas litúrgicas católico-romanas del siglo XVI, 400 años antes. A partir de la Reforma, el te...