Al meditar en estos días sobre el insigne personaje de quien se conmemora el centenario de su fallecimiento -esto es de don Andrés Bello- al analizar su personalidad, estudiada y elogiada por tan autorizados y eruditos escritor es colombianos y extranjeros, al abrir de nuevo los muchos libros que contien en el variado conjunto de sus obras, se llega al convencimiento de que fue Bello como uno de aquellos grandes y brillantes varones del Renacimiento cuyas amplias facultades les hacían aptos para llegar al conocimiento de múltiples y variadas ramas del saber humano y para profundizar en ellas hasta llegar a constituirse en maestros y guías de las generaciones de su tiempo y de las que les sucedieron