La cabaña, propiamente dicha, estaba construída a cuatro metros sobre el nivel de la arena. No le faltaba un buen anclaje, sin embargo, la habían afirmado con bastante solidez sobre cuatro troncos de palma eterna, que durarían todavía sin podrirse medio siglo. De este modo la vivienda, parada sobre sus zancos, sin nada que la protegiese entre ellos de la intemperie, invadida por debajo de una triste maleza, seguía resistiéndolo todo: hasta la superstición y la soledad
De las figuras que acompañan al Niño Dios, estas de los pastor es han sido siempre las más amables, ...
Llevaban cualquier cantidad de años juntos, entre altos y bajos, “pilando por el afrecho”, según se ...
Quince decenios han pasado de la hora vergonzosa. Por Berruecos sorbió el suelo de América, con avid...
Sin ir más lejos, los diarios no podían pasar por alto esas nubes, como las noticias, esfumadas de l...
Se tendió sobre el prado, bajo la sombra de un árbol, tal como lo habían hecho otras personas. Mient...
Iba descalzo y tenía la cabeza rapada. Metió una mano en el bolsillo del pantalón y volvió a contar ...
Así como el sueño de los hambrientos está poblado de apetitosas viandas, misia Cruzanita Romero vaga...
Te costará trabajo, le dije, rehabilitar esta pobre y abandonada tierra. Mi amigo me miró en silenci...
Ya avanzada la noche la lluvia empezó a caer, clara y sonora, en el empedrado del patio y sobre los ...
No sé que tenga que ver el cuerpo atlético y el movimiento de gambeta del rey Pele con el pasito aci...
No había conocido antes el mar. Y el susurro del oleaje lo tenía en un estado parecido al asombro. D...
Cuando el doctor Parecti terminó de practicar la última costura en el rostro de su paciente, le pidi...
La jovencita tenía ese aire tímido y vagamente patético de las dulces amantes recién iniciadas. No e...
A la montaña en que el sabio Frestón llevaba su aburrida existencia llegó el eco de unos sueños. Pro...
No se de otros, pero por lo que toca a mí, el proceso de adaptación al país se cumplió lentamente. S...
De las figuras que acompañan al Niño Dios, estas de los pastor es han sido siempre las más amables, ...
Llevaban cualquier cantidad de años juntos, entre altos y bajos, “pilando por el afrecho”, según se ...
Quince decenios han pasado de la hora vergonzosa. Por Berruecos sorbió el suelo de América, con avid...
Sin ir más lejos, los diarios no podían pasar por alto esas nubes, como las noticias, esfumadas de l...
Se tendió sobre el prado, bajo la sombra de un árbol, tal como lo habían hecho otras personas. Mient...
Iba descalzo y tenía la cabeza rapada. Metió una mano en el bolsillo del pantalón y volvió a contar ...
Así como el sueño de los hambrientos está poblado de apetitosas viandas, misia Cruzanita Romero vaga...
Te costará trabajo, le dije, rehabilitar esta pobre y abandonada tierra. Mi amigo me miró en silenci...
Ya avanzada la noche la lluvia empezó a caer, clara y sonora, en el empedrado del patio y sobre los ...
No sé que tenga que ver el cuerpo atlético y el movimiento de gambeta del rey Pele con el pasito aci...
No había conocido antes el mar. Y el susurro del oleaje lo tenía en un estado parecido al asombro. D...
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La jovencita tenía ese aire tímido y vagamente patético de las dulces amantes recién iniciadas. No e...
A la montaña en que el sabio Frestón llevaba su aburrida existencia llegó el eco de unos sueños. Pro...
No se de otros, pero por lo que toca a mí, el proceso de adaptación al país se cumplió lentamente. S...
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