El hombre que estaba sentado en la puerta hilando sus recuerdos lo vio pasar montado en una mula. Llevaba un sombrero de corcho y unas botas del mismo color que le llegaban hasta la rodilla. Se le notaba el cansancio del que mucho ha andado los caminos del mundo. Se detuvo en la esquina de la plaza, frente a la casa que siempre permaneció deshabitada
Al principio el hombre creyó que todo era lo mismo. Que sucedería lo que siempre: pasar y verlo hace...
Desde el momento en que pisó tierra firme, se hizo al propósito de conocer la extensión del puerto a...
Los mitos del sol. Hugo Niño. Banco de Colombia, Santafé de Bogotá, 1994, 125 págs
El hombre que estaba sentado en la puerta hilando sus recuerdos lo vio pasar montado en una mula. Ll...
Cuando volvimos de París, donde estuvimos cuatro años, papá volvió con un afán de ir a Tipacoque!, d...
No había conocido antes el mar. Y el susurro del oleaje lo tenía en un estado parecido al asombro. D...
Se tendió sobre el prado, bajo la sombra de un árbol, tal como lo habían hecho otras personas. Mient...
Poco después de que Eladio Roa murió, todo el mundo habló de él durante varios meses. En realidad n...
La jovencita tenía ese aire tímido y vagamente patético de las dulces amantes recién iniciadas. No e...
Iba descalzo y tenía la cabeza rapada. Metió una mano en el bolsillo del pantalón y volvió a contar ...
Te costará trabajo, le dije, rehabilitar esta pobre y abandonada tierra. Mi amigo me miró en silenci...
Ya avanzada la noche la lluvia empezó a caer, clara y sonora, en el empedrado del patio y sobre los ...
Los tipacoques tienen nombre propio: Siervo Joya, la comadre Santos, don Bauta, Angelito Duarte, Res...
No recuerdo si usaba zapatos, solo que era una época difícil para la familia. Una racha de mala suer...
Amé cuerpos sólidos gloriosamente erguidos, henchidos de arterias y de rosas, anchos vasos donde no ...
Al principio el hombre creyó que todo era lo mismo. Que sucedería lo que siempre: pasar y verlo hace...
Desde el momento en que pisó tierra firme, se hizo al propósito de conocer la extensión del puerto a...
Los mitos del sol. Hugo Niño. Banco de Colombia, Santafé de Bogotá, 1994, 125 págs
El hombre que estaba sentado en la puerta hilando sus recuerdos lo vio pasar montado en una mula. Ll...
Cuando volvimos de París, donde estuvimos cuatro años, papá volvió con un afán de ir a Tipacoque!, d...
No había conocido antes el mar. Y el susurro del oleaje lo tenía en un estado parecido al asombro. D...
Se tendió sobre el prado, bajo la sombra de un árbol, tal como lo habían hecho otras personas. Mient...
Poco después de que Eladio Roa murió, todo el mundo habló de él durante varios meses. En realidad n...
La jovencita tenía ese aire tímido y vagamente patético de las dulces amantes recién iniciadas. No e...
Iba descalzo y tenía la cabeza rapada. Metió una mano en el bolsillo del pantalón y volvió a contar ...
Te costará trabajo, le dije, rehabilitar esta pobre y abandonada tierra. Mi amigo me miró en silenci...
Ya avanzada la noche la lluvia empezó a caer, clara y sonora, en el empedrado del patio y sobre los ...
Los tipacoques tienen nombre propio: Siervo Joya, la comadre Santos, don Bauta, Angelito Duarte, Res...
No recuerdo si usaba zapatos, solo que era una época difícil para la familia. Una racha de mala suer...
Amé cuerpos sólidos gloriosamente erguidos, henchidos de arterias y de rosas, anchos vasos donde no ...
Al principio el hombre creyó que todo era lo mismo. Que sucedería lo que siempre: pasar y verlo hace...
Desde el momento en que pisó tierra firme, se hizo al propósito de conocer la extensión del puerto a...
Los mitos del sol. Hugo Niño. Banco de Colombia, Santafé de Bogotá, 1994, 125 págs