Denominada así por estar comunicada a través de una ventana con la cárcel de la villa, y que permitía a los presos encomendarse al Señor. Actualmente en esta ermita se rinde culto a la imagen del cuadro del Cristo de la Cárcel, de gran devoción en la villa. Según la tradición, una esclava, que pertenecía a una familia de indianos asentados en Mairena, regaló un lienzo de Cristo Crucificado a la capilla, por lo que pasó a denominarse Cristo de la Cárcel. El edificio originario es de fines del siglo XVII, de una sola nave cubierta con bóveda de cañón y cúpula en el cabecero. La fachada principal del edificio se abre a la plaza de Antonio Mairena, conformada a partir del gran hueco adintelado de la puerta. En la otra fachada, de mayor longi...