Cruz en el interior del cementerio

Al norte de la población, esta situado en terrenos de vega, lo que le permite destacar entre la vegetación baja, presentando un gran interés paisajístico. De planta rectangular, con un cuerpo de edificación junto a la entrada para dependencias, el cerramiento está rodeado por nichos en todo su perímetro, el espacio interior, dividido en cuatro cuarteles, donde se disponen nichos y sepulturas entre arriates. El cerramiento es una tapia seguida, revocada con caballete cerámico. La jardinería es abundante aunque el arbolado de porte se reduce a cipreses muy recortados marcando las esquinas de los cuarteles, y la entrada. El ingreso se realiza por un camino rural que alcanza una explanada de asfalto, a la que abre la portada de frontón recto con columnas pareadas. Contiene una serie de arquitecturas fantásticas, rematadas con torrecillas telescópicas, cúpulas, falsas linternas, pináculos, cornisas mixtilíneas y toda clase de enriquecimientos formales, aplicados tanto a los edículos como a los frentes de nichos. Los paramentos se tratan con una aplicación de mármoles de colores, finamente triturados, sobre base de portland, mastic y resinas. Con ellos se dibujan cordones, cenefas, cruces, roleos, cartelas y un sinfín de motivos de inocente traza que dan un carácter único a este cementerio. La creación y mantenimiento de las curiosidades arquitectónicas y vegetales se deben a la iniciativa de D. Federico Pérez García, cuya habilidad se reclama en la comarca para otras actuaciones. Data de 1890-1900, aunque figuran fechas anteriores procedentes del cementerio junto a la iglesia ( de 1782). En la encuesta de la diputación figura con saturación del 70% sin servicio funerario. En las ocasiones en que es posible el acceso posterior se utiliza esta vía para la inhumación al objeto de no alterar los frentes