El acto de la creación de Dios como don y compromiso

La presente del trabajo está realizada con la finalidad de conocer los diferentes escenarios en los que nuestra Iglesia como madre y maestra a través de su reflexión teológica da respuesta al caminar del ser humano, considerando cada una de sus acciones, gestos y el entorno donde se desenvuelve dicho ser humano. Este deseo por comprender al ser humano y a la misma naturaleza como nuestra casa común debe estar sustentada en la sagrada escritura, pues cada teólogo en cada época tiene la insustituible tarea de indagar en la comprensión de los estudios sagrados que sin duda nos dan luces para responder a tan innumerables cuestiones, como en el caso de nuestro creado por Dios uno y trino. Hay una alusión mayor en la creación del ser humano sobre todas las cosas, cuyas características debe ser nuestra racionalidad, y solo siendo seres pensantes lograremos la paz y así compartir la mesa de la creación. Para ello, primero debemos interpretar la ecología social en el respeto natural al medio ambiente, posteriormente respetarnos a nosotros mismos, hacer valer nuestros derechos como personas, de ese modo llegaremos a tener paz con nuestro ambiente, con nosotros mismos y también con Dios nuestro creador.The present work is done with the purpose of knowing the different scenarios in which our Church as mother and teacher through its theological reflection responds to the walk of the human being, considering each of its actions, gestures and the environment where develops that human being. This desire to understand the human being and nature itself as our common home must be based on sacred writing, because each theologian in each age has the irreplaceable task of investigating the understanding of sacred studies that undoubtedly give us the light to answer to such innumerable questions, as in the case of our created by God one and triune. There is a greater allusion in the creation of the human being over all things, whose characteristics should be our rationality, and only being thinking beings we will achieve peace and thus share the table of creation. For this, we must first interpret the social ecology in the natural respect to the environment, then respect ourselves, assert our rights as people, that way we will have peace with our environment, with ourselves and also with God our creator