Etiología y biología

La sarcocistiosis es una enfermedad producida por distintas especies de Sarcocystis. La característica del género es la de formar quistes septados de localización preferentemente muscular. Hasta hace relativamente poco tiempo, eran considerados como no patógenos y su hallazgo estaba relacionado casi exclusivamente con la inspección de las canales en el matadero, donde algunos quistes macroscópicos, como los de S. gigantea del esófago de oveja, eran muy fáciles de detectar. Su ciclo evolutivo fue puesto de manifiesto por primera vez en 1972, momento en que se le asigna una naturaleza coccidiana. A partir de entonces ya es posible realizar infecciones experimentales y consecuentemente, por esta vía es posible también reproducir la enfermedad. El ciclo evolutivo está presidido por la relación predador-presa, donde el predador actúa como hospedador definitivo y la presa como intermediario. En el primero, el parásito se localiza a nivel de la lámina propia del intestino delgado, donde tiene lugar la formación de los ooquistes, los cuales esporulan dentro de la célula hospedadora. Los elementos de diseminación eliminados con las heces de los hospedadores definitivos son ooquistes isosporoides (raros) y esporocistos aislados. Estas formas son las infectantes para el hospedador intermediario vía oral. En éstos, el parásito ocupa territorios extraintestinales, donde se reproduce asexualmente en el interior de células endoteliales de las arterias de mediano y pequeño calibre, luego son transportados por la sangre a la musculatura estriada de contracción voluntaria e involuntaria, donde se transforman en quistes, que contienen en su interior elementos parasitarios con forma de C y que se denominan bradizoítos. Quistes con bradizoítos vehiculados por la carne, son los que infectan a los hospedadores definitivos por carnivorismo. Las especies que afectan a la oveja son S. tenella, S. gigantea, S. arieticanis y S. medusiformis y los de la cabra son S. moulei, S. capracanis y S. hircicanis