Codigos alimentarios y libertad religiosa : la experiencia italiana

Cuando la persona se procura el alimento, lo transforma y lo consume no satisface solamente una necesidad f\uedsica sino que da sentido a su vida. Este significado contribuye a definir la identidad de las personas; identidad que est\ue1 conectada tambi\ue9n a la pertenencia a una particular comunidad religiosa. Sin embargo, sostener que una costumbre cultural tiene fundamento religioso (en el sentido de que encuentra sus ra\uedces en una tradici\uf3n religiosa) no equivale a afirmar que esta costumbre sea tambi\ue9n prescrita por la religi\uf3n, en el sentido de impuesta por el derecho de una determinada comunidad religiosa, como el derecho hebraico o el derecho isl\ue1mico por citar solo los casos m\ue1s conocidos. La distinci\uf3n entre gusto y disgusto que puede surgir de la comparaci\uf3n entre tradiciones culturales diferentes no equivale a la clasificaci\uf3n que contrapone entre alimentos puros y alimentos impuros, alimentos permitidos y alimentos prohibidos, alimentos l\uedcitos y alimentos il\uedcitos. Esta clasificaci\uf3n responde a determinadas normas religiosas: de su observancia depende la salvaci\uf3n del creyente. Pero, \ubfqu\ue9 ocurre cuando las normas religiosas alimentarias del creyente entran en conflicto con las leyes del Estado en el que se reside?. \ubfLas prescripciones alimentarias son una expresi\uf3n del derecho de libertad religiosa?. Y en el caso en que la respuesta sea afirmativa, \ubfc\uf3mo tutelarla?. El tipo de respuesta que se da a estas preguntas va mas all\ue1 del caso concreto, contribuyendo a definir el modelo de convivencia social al que se confia la tarea de gobernar la complejidad de la actual sociedad multicultural y multirreligiosa