La prevención de los riesgos laborales por exposición al ruido en la directiva 2003/10/CE: bases para un nuevo Reglamento

Desde que en el seno de la Unión Europea se tomó conciencia de la necesidad de una legislación sobre seguridad y salud en el trabajo, que supusiera, en un principio, la aproximación y mejora de las legislaciones existentes al respecto en los estados miembros (Primer y Segundo Programa de Acción de 1978 y 1984, respectivamente), se destacó como una de las principales prioridades la necesidad de adoptar una directiva con disposiciones mínimas para la protección de los trabajadores contra los riesgos derivados de la exposición al ruido durante el trabajo: la directiva 86/188/CEE, de 12 de mayo de 1986. Ya entonces se consideraba el ruido como un riesgo laboral muy extendido, tanto en tipos de actividades como en número de trabajadores, con exposiciones a altos niveles. A su vez, se constataban las dificultades en la adopción de medidas preventivas suficientemente eficaces que, fueran viables, particularmente en los sectores tanto de la navegación marítima como de la aérea. También se reconocían entonces las grandes limitaciones en los conocimientos sobre los riesgos, tanto para la salud como para la seguridad de los trabajadores, relacionados con la exposición al ruido, por lo que ya se requería que debería revisarse esta directiva, a la luz de la experiencia adquirida en su aplicación y en virtud de los avances científicos y técnicos que deberían irse produciendo. No sin serias dificultades y procurando un amplio consenso, tras casi cuatro años de trabajos en el seno del Consejo de la Unión Europea (la propuesta inicial data de finales de 1982) y casi otros tantos años antes en los trabajos preparatorios de la Comisión Europea, finalmente se aprobó la primera directiva sobre un agente físico como la tercera particular derivada de la "antigua Directiva Marco", la 80/1107/CEE, sobre la protección de los trabajadores contra los riesgos derivados de la exposición a agentes químicos, físicos y biológicos. Antes se habían aprobado las Directivas relativas a los riesgos laborales relacionados con el plomo y sus compuestos iónicos y con el amiant