Gregorian chant and musica ficta: new observations from Spanish theory of the Early Renaissance

El contenido del presente trabajo tiene su punto de partida en el tratado de Fernand Estevan de Sevilla y en el ms. C. III de El Escorial, terminado en 1480; este ultimo manuscrit0 ya había llamado la atención de M. Bukofzer en 1936, puesto que abría nuevas perspectivas estilísticas. En ambos manuscritos se trata del canto llano, así como del contrapunto y canto de Órgano (i.e., polifonía); los dos tratados, que poseen elementos comunes en la transcripción e información sobre la "músicas ficta", representan el paso mas importante para el estudio de esta practica en España, y se distinguen de los tratados anteriores del siglo XIV, superando su limitación sobre este tema. Asimismo, se destaca el examen de las conjuntas, en relación con los hexacordos irregulares que forman parte del sistema de solmisación. Es posible que el uso hispánico de la conjunta proviniera del tratado de Goscaldus (a. 1375); tanto éste, como el de Estevan, como la cartula del Ms. M. 883 de la Biblioteca de Catalunya de Barcelona, poseen elementos comunes, así en la transmisión de los contenidos como en el comentario del repertorio básico de 10s ejemplos musicales. El origen de la musica ficta debe buscarse, según los dos primeros manuscritos citados, en el entorno del contrapunto, si bien las conjuntas fueron empleadas en el canto gregoriano. Curiosamente, este fenómeno musical rehusado en otros siglos, sólo encuentra su justificación académica durante el siglo XV. La musica ficta se emplea para la "buena consonancia", concepto entresacado del contrapunto :y aplicado al canto gregoriano; una segunda acepción del termino conjunta consiste en la unión de dos voces con hexacordos de diferentes tipos. Asimismo, la conjunta se usa, según los dos manuscritos citados, para realzar las voces, consiguiendo así una sonoridad mejor. Los dos manuscritos representan un nuevo tipo de tratado que enfatiza la practica del canto hispánico del siglo XV. Por otra parte, hay otras dos razones que justifican el uso de los accidentales en el canto gregoriano: a) para evitar el intervalo directo o indirecto de la cuarta aumentada (tritono) y quinta disminuida; b) para poder crear el subsemitono y en algún caso especial, el supersemitono. Finalmente, se puede concluir que los accidentales son usados estrictamente por criterios estéticos. Terminado el cuerpo doctrinal del ensayo, el Prof. Gümpel aduce diversos ejemplos de conjuntas y nos ofrece, en un apéndice, la edición de la cartula del Ms. M. 883 de la Biblioteca de Catalunya. La minuciosidad y precisión de este articulo, aparte del interés intrínsec0 de 10s nuevos datos sobre el primer Renacimiento hispánico, 10 convierten asimismo en un remarcable modelo metodológico