Consideraciones en torno a la regulación de las industrias de red: su ampliación al caso español

Las industrias de red se caracterizan por la utilización de una red de infraestructuras que conecta la oferta de bienes y servicios con los consumidores (1). Las industrias de red cubren actividades tan diversas como la electricidad, el gas, la información (sonido e imagen), el correo, el agua, el transporte de mercancías y de pasajeros, etc., de gran importancia para el funcionamiento económico en su conjunto. Este tipo de industrias se ha mantenido tradicionalmente al margen de la competencia, lo que se ha debido, principalmente, a que el coste fijo de la red es muy elevado, por lo que existen importantes economías de escala. Al mismo tiempo, algunas de estas actividades poseen elementos de monopolio natural. En este contexto, la duplicación y separación de la red es ineficiente, aunque, en algu- nas ocasiones, puede existir competencia entre distintas redes (2). Los cambios tecnológicos han propiciado la desaparición de algunas economías de escala en las industrias de red. En la energía eléctrica, las centrales de ciclo combinado, que requieren una inversión muy inferior a la de las instalaciones tradicionales y cuyos plazos para entrar en funcionamiento son mucho más cortos, permiten una mayor competencia en la producción (generación) de electricidad. Por su parte, en las telecomunicaciones, el uso de la fibra posible que se transmitan conjuntamente señales de sonido, imagen y datos, lo que facilita el aumento en el número de operadores, al difuminarse las fronteras entre los distintos segmentos del mercad