Sin tachones ni enmendaduras

Un encuentro no planeado con el formulario que se exige para entregar la tesis y graduarse, me sacudió la cabeza con la frase: Sin tachones ni enmendaduras. - Así que a eso es lo que apunta un proyecto, algo Inmodificable. Esa expresión anulaba una parte tan importante como el resultado: el proceso. Quise hacer evidente el proceso para generar una obra. Utilicé la repetición como método y la línea, como uno de los signos primarios del arte. Repitiéndola en modo de plana, una y otra vez, sin arreglar los errores, se puede ver el proceso. Los errores son parte fundamental, al reconocerlos y reapropiarlos se crea una dinámica que permite el dialogo entre líneas, éste concede a cada una y al conjunto significado y valor propio, líneas nunca perfectas. En la búsqueda emerge la obra. Sin tachones ni enmendaduras.Maestro (a) en Artes VisualesPregrad