El estado mexicano y las politicas de patrimonialidad del tequila

En el presente artículo se analizan la evolución de las políticas públicas del estado mexicano respecto de la producción del tequila. Este licor es reconocido como un símbolo de la cultura mexicana alrededor del mundo. Fuertes sentimientos de identidad y orgullo han estado vinculados a su producción en los habitantes (y empresarios) de las localidades tradicionalmente productoras de este licor en el Estado de Jalisco. Las políticas del estado respecto de la regulación de su producción, envasado, distribución y consumo (en particular la normatividad), han sido particularmente inconsistentes respecto de cuidar al tequila como un patrimonio cultural exclusivo de ciertas localidades en el Estado de Jalisco, lugar de origen de esta tradicional bebida, sobre todo en las recientes condiciones del mercado mundial donde el tequila constituye un producto con intereses millonarios. En el presente artículo se hace analizan las normas que regulan la producción y distribución del tequila, con relación a distintos actores economicos y políticos (nacionales y extranjeros) que intervienen en la decisión de las políticas públicas, las cuales deslegitiman el carácter de patrimonio cultural nacional y local del tequila. Normatividad oficial del tequila a partir del siglo XX. El tequila, como cualquier otro producto, esta sujeto a una serie de reglamentaciones oficiales que regulan su elaboración y comercialización. El análisis histórico de las transformaciones de las medidas regulatorias oficiales que han normado la producción, distribución y consumo del tequila a lo largo del siglo XX hasta el presente, ha seguido las siguientes orientaciones: hasta la primera mitad del siglo XX, la principal preocupación de la reglamentación oficial estuvo dirigida a prohibir la práctica de elaborar tequila en destilerías clandestinas. En segundo término, las disposiciones oficiales se preocuparon por establecer las cuotas tributarías para el erario público. Se estima que el volumen de producción de tequila clandestino era semejante al producido oficialmente. Además de las destilerías clandestinas ubicadas en lo profundo de las barrancas, las mismas destilerías registradas encubrían buena parte de su producción para evitar el pago de impuestos, declarándose en quiebra.(1) La producción clandestina continuó todavía por varias décadas, de acuerdo a la memoria oral de pobladores de las localidades de la región tequilera. No fue sino hasta 1949, cuando se estableció por primera vez la norma DEN-R-9 1949, que determinaba la naturaleza y calidad del tequila. En ella se establecía que el tequila es el producto que se obtiene en proporción del 100%, de la destilación de los jugos de agave. (Résumé d'auteur