Se sostiene que la comunicación científica de resultados de investigación se ha convertido en un fabuloso negocio para unos pocos, un negocio a secas para unos cuantos, y un pésimo quebranto para las finanzas públicas. Se constata la tremenda paradoja de que mientras la investigación (producción), comunicación (publicación de artículos y suscripción a revistas) es financiada mayoritariamente con fondos públicos sus resultados no son accesibles libre y gratuitamente a la comunidad científica y a la sociedad que los financia. Son las grandes multinacionales de la edición y difusión científica las que utilizando los recursos humanos públicos (autores, editores, revisores) dominan los canales de comunicación más reputados (aquellos que reciben ...