La relación del proceso artístico con el comportamiento vital es esencial, tanto que a veces no se puede definir bien dónde está el límite oportuno. El comportamiento vital se lleva a cabo en una duda constante entre razón e instinto. El instinto guía a la razón, o puede que la razón sea la que guíe al instinto, o incluso que lo instintivo adquiera más importancia que la parte razonada en esa manera de afrontar la existencia. Estos dos elementos están en toda acción humana, y es por ello que en el arte se establece también de igual manera. Así, el arte es una expresión que está controlada por el instinto y la razón. El primero participa en la emoción, como elemento desconocido, al establecerse de una manera imprecisa e indetermina...