Knock? Knock? Who’s there? An ethnoarchaeological approach in French Guiana

International audience"Amazonia and the Guianas possess exceptional potential for ethnoarchaeological studies because of the precolumbian heritage of modern-day Amerindian people. Surprisingly, minimal scholarship of this nature has been conducted in the South American lowlands. On the French Guiana coast, Maillard, a small Palikur village, was abruptly abandoned in 1990. I initiated an ethnoarchaeological study to pinpoint important differences between the interpretation of archaeological and ethnographic data. I recorded the topography of features and remains, compiled an inventory of artifacts and the contents of discard areas, inventoried the cultivated trees present, and described the characteristics of the surroundings. After analyzing the data using classical methods of archaeological inference to obtain a complete reconstruction of the village and the customs of its inhabitants, I invited the chief into his now-abandoned village to describe the settlement as it was while inhabited. In the twenty years since, I have made several visits to track the natural degradation of the site. This ethnoarchaeological approach shows that archaeologists dealing with field data can make many mistakes. Conversely, ethnographic accounts are distorted by the cultural rules and interdictions of interviewees. This experiment suggests the need for prudence in our interpretations and hypotheses, especially in the tropical lowlands, where archaeological preservation is particularly poor." (source éditeur)"La Amazonía y las Guayanas ofrecen un potencial excepcional para los estudios etnoarqueológicos, dado que su actual población indígena es heredera de los grupos precolombinos que habitaron las mismas regiones. Sorprendentemente, se han realizado escasas investigaciones de esta disciplina en las tierras bajas de América del Sur. En 1990, en la costa de la Guayana Francesa, la pequeña aldea de Palikur fue abandonada de manera repentina. Esto brindó la oportunidad de iniciar de inmediato un estudio etnoarqueológico original. De esta manera, se organizó un trabajo arqueológico de campo en el asentamiento, a partir del cual se registró la topografía de rasgos y restos, se realizó un inventario de artefactos y contenidos de las áreas de desecho y se describieron los árboles cultivados y los terrenos cercanos, entre otras tareas. Los datos obtenidos fueron estudiados para evaluar las interpretaciones que se podrían hacer siguiendo procedimientos clásicos, con el fin de obtener una reconstrucción completa del pueblo y las costumbres de sus habitantes. Una vez concluido el estudio arqueológico, se invitó al jefe del pueblo abandonado para que explicara cómo era el asentamiento anteriormente. Luego, durante veinte años, se efectuaron varias visitas para seguir los procesos naturales de deterioro del sitio y la desaparición de los rasgos antrópicos. El estudio desembocó en la constatación de las grandes diferencias existentes entre la interpretación de los datos arqueológicos y los etnográficos. Este tipo de metodología etnoarqueológica mostró que los arqueólogos que dependen exclusivamente de datos de campo pueden cometer varios errores. Por el contrario, la entrevista etnográfica no permite distorsiones, puesto que está profundamente influenciada por las reglas y prohibiciones culturales. Este experimento incita a una mayor prudencia en nuestras interpretaciones e hipótesis, en especial en las tierras bajas tropicales, cuyo contexto arqueológico es bastante pobre." (source éditeur