Desde hace décadas el conflicto palestino-israelí se ha convertido en un tema clave en la agenda de política internacional global. En lo que atañe a Argentina, históricamente nuestro país ha adoptado una postura equidistante frente a la disputa, inaugurada ya en 1947 al momento de votarse sobre la partición de Palestina en Naciones Unidas. Ahora bien, considerando que la política exterior argentina, más allá de ciertas tendencias profundas que se relacionan con la continuidad, ha mostrado características variables que generan inestabilidad e, incluso, impredecibilidad en cuanto a las posiciones de nuestro país como actor en el sistema internacional; llama la atención la prolongación en el tiempo de este patrón de equidistancia. En tal senti...