Guía para la aplicación de la ciencia política en la oficina para la coordinación de asuntos humanitarios OCHA

La Oficina para la Coordinación de Asuntos Humanitarios OCHA, por sus siglas en inglés, integra la Secretaría General de las Naciones Unidas. Nació, al lado del Departamento De Asuntos Humanitarios, DHA, y el Inter-Agency Standing Committee, IASC, como una de las tres agencias que se conformaron como respuesta a la resolución 46/182, de diciembre de 1991, que buscaba fortalecer la respuesta de las Naciones Unidas en situaciones de emergencia. Sin embargo, solo en 1998, como parte de una decisión de reordenamiento en la Secretaría General, el Departamento de Asuntos Humanitarios, DHA, fue reemplazado por la Oficina para la Coordinación de Asuntos Humanitarios, OCHA, que se encarga de, como su nombre lo indica, coordinar los recursos económicos y los actores o agencias humanitarias para dar respuesta a situaciones de emergencia producidas por los desastres naturales y el conflicto armado. Como parte dicha función, OCHA debe acudir a diversas fuentes de información, ya sean medios de comunicación, como radio, televisión, prensa, etc., fuentes oficiales, entre ellas la UARIV y la Unidad de Gestión del Riesgo, entre otros, y los oficiales de terreno, que se encuentran en el sector afectado transmitiendo datos importantes, como las causas o el motivo de lo acontecido, cifras de los afectados, y además indican especificaciones como el género, la edad, la etnia, etc., con la intención de conocer también las necesidades que presentan en ese momento, que se dividen en los siguiente clústeres: 6 Albergues: Gestionar soluciones de albergue para los afectados que se encuentran en situación de desplazamiento causado por una emergencia natural o el conflicto armado. Educación en emergencias: Las secuelas y recuperación de una situación de contingencia en la que se ven violados muchos derechos es un proceso que puede ser largo y en el que es indispensable que a los niños y a los adolescentes no se les vulnere el derecho a la educación. Por ello, se debe disponer de entornos educativos protectores, que no solo garanticen este derecho, sino que vayan de la mano con aspectos como la salud, el agua y el saneamiento y la nutrición, entre otros. Protección: “El clúster de protección monitoreará comunidades afectadas por el conflicto, en particular emergencias recurrentes y fortalecerá capacidades para promover rutas institucionales y generar entornos protectores” (Humanitarianresponse, 2017). Recuperación Temprana: Recuperar los medios de vida mediante la generación de ingresos económicos. Salud: Garantizar el facíl y efectivo acceso a la salud ya que este es un derecho fundamental al que se le debe prestar especial atención en sectores altamente vulnerados, pues es en estos territorios en donde más se transgrede este derecho. Seguridad Alimentaria y Nutrición: Proveer el acceso oportuno de artículos alimenticios a la población afectada, con especial enfoque hacia los niños, 7 en general, que muchas veces se encuentran en situación de desnutrición. Igualmente a las madres lactantes o en embarazo. Agua, Saniamiento e Higiene,WASH: “Garantizar el acceso al agua apta para el consumo humano, a instalaciones adecuadas y adoptadas de saneamiento básico y la promoción de prácticas clave de higiene” (Humanitarianresponse, 2017