El registro fundamental de las poéticas españolas a partir de la posguerra, esencialmente de la llamada «poesía social o testimonial» de los '50, consiste -aunque parezca paradójico, dado su explícito afán de compromiso- en la progresiva constatación de la crisis del lenguaje como vehículo de representación y comunicación y la deconstrucción de la figura del poeta como sujeto central de la escritura. Incapacidad de la palabra y del poeta para comunicar y referir (Blas de Otero), inutilidad de la empresa poética y figuración terminal de su muerte y de la de su ha-blante (Hierro), perfectibilidad e impersonalidad de la poesía (Celaya). Justamente me referiré a estos autores, pues son quienes aparentemente cristalizaron un ideario opuesto al q...