En este trabajo cuestiono las razones que ofrecen David Miller y Laura Valentini para afirmar que el deber de reducir la desigualdad dentro del propio Estado tiene prioridad sobre el deber de reducir la pobreza extrema global. Según Miller, los deberes globales, a diferencia de los domésticos, no pueden legítimamente hacerse cumplir mediante la fuerza, y por esa razón son meros deberes humanitarios que tienen menor peso que los deberes domésticos, que son deberes de justicia. Según Valentini, el deber de reducir la desigualdad doméstica tiene prioridad sobre los deberes humanitarios globales porque el primero es un deber de no dañar, mientras que los segundos son meros deberes de ayudar. El problema principal de ambas propuestas consiste en...