En el principio de toda obra humana, surge la motivación, motor que pone en marcha la acción y la mantiene durante su ejecución, para que nuestra voluntad no decaiga. Pero, es que además de ser motivados nuestros actos deben presentar una justificación, una razón de ser, es decir un fin, que es por el que nos movemos cuando realizamos nuestras actividades. Ya en los últimos años de nuestra Licenciatura, y una vez decidido nuestro propósito, de vincularnos universitariamente, pensábamos en el camino a recorrer, en los pasos que tendríamos que dar, primero completar nuestros estudios médicos, difícil y pesada labor, que durante años debería acompañar nuestra formación. Realizar una Licenciatura, momento de apertura vital y profesional, despu...