La economía moderna toma los fines como dados. Una reelaboración de la noción aristotélica de ‘lo económico’ sólo tiene sentido si se refiere a los fines: vivir y vivir bien. Esta perspectiva confiere un carácter ético intrínseco a lo económico según Aristóteles. Esto no puede lograrse sin la ayuda de las virtudes, y solo se consigue en el ámbito de la sociedad. A partir de los pasajes aristotélicos aparentemente anticuados sobre la oikonomikè he intentado deducir algunas enseñanzas válidas para hoy. Esos elementos –que pueden resumirse en el carácter intrínsecamente ético y político de la economía– permiten extraer lecciones muy útiles. Esas lecciones se refieren al impacto de la ética y la política sobre la economía y recalcan la relevanc...