El artículo indaga en el concepto de democracia que se formuló en los años ochenta, tomando tanto los discursos de Alfonsín como los textos de algunos de los intelectuales que lo acompañaron en sus primeros años de gobierno (especialmente Juan Carlos Portantiero, Emilio de Ípola y otras figuras del Club de Cultura Socialista). Se aborda especialmente la doble dimensión con que se trataba entonces el concepto de democracia: como conjunto de reglas formales y como democratización sustantiva de la vida social. En ese marco, el artículo analiza el carácter de "promesa" de la renaciente democracia, en la medida en que el respeto a las reglas formales aparecía como la garantía de la convivencia y el despliegue de las dimensiones "materiales" de l...