En general, los servicios de salud se diseñan para tratar episodios agudos, mientras que las enfermedades crónicas consumen cerca del 80% del presupuesto de los servicios nacionales de salud debido a una gestión subóptima de la cronicidad. En paralelo, la proliferación de dispositivos en el ámbito clínico con la capacidad de intercambiar información a través de redes de comunicación ha abierto nuevos horizontes en la práctica clínica. Este nuevo escenario de salud electrónica nos lleva a reconsiderar la práctica clínica tradicional en pro de la precisión diagnóstica y una redistribución más eficiente de los recursos disponibles, ya sean materiales o humanos. De modo que, con el fin de adaptar los servicios de salud ya existentes de f...