Consideraciones en torno al recursos de interpretación constitucional

La Constitución de la Republica Bolivariana de Venezuela, del año 1999, reconoció su carácter de norma suprema y creó una Sala Constitucional en el Tribunal Supremo de Justicia con el objeto de que ejerza la jurisdicción constitucional en un modelo donde conviven elementos del modelo concentrado y del modelo difuso de defensa de la Constitución. El citado órgano jurisdiccional, en la sentencia 1077, creó una nueva competencia que denominó «recurso autónomo de interpretación de la Constitución», mediante el cual interpreta de forma abstracta las normas constitucionales al margen de problemas concretos que vinculen dicha interpretación. La Sala Constitucional demuestra en su interpretación jurídica que no le ha sido atribuida una competencia como la ejercitada y funda su actuación en la existencia en el ámbito de la jurisdicción ordinaria de un recurso de interpretación de leyes (art. 266 de la CB) que, operando «per saltum», hace aconsejable la existencia de un recurso de interpretación constitucional (art. 335 de la C.B). La sentencia en cuestión nos aproxima al estudio de los principales problemas que actualmente tiene planteados la interpretación de la Constitución y al tema de los límites a la actuación del supremo intérprete constitucional, quien puede invadir con sus resoluciones el ámbito de actuación de los poderes constituido