La relación de la pintura y la poesía es de nuevo el argumento de este trabajo sobre Darío que se inicia con su formación en Chile en 1886 a través del joven Pedro Balmaceda, e indica su persistente penetración en la pintura europea y española a partir de su segundo viaje a España en 1899. Algunos encuentros con la pintura-paisaje-poesía abren su atracción por la obra de Santiago Rusiñol, a la que se acerca desde su llegada a España y a la que continúa prestando atención siempre, siendo Jardins d´Espanya (1902), del escritor y pintor catalán, el objeto de apreciaciones y valoraciones concretas que son relevantes para la escritura de quien sin duda, acorde con el modernismo que había definido en la tradición hispanoamericana, convirtió su pr...