Iglesia, política e ideología a través de un semanario parroquial villense

El año 1932 ciertamente trae varias novedades en la política santafesina. A principios de 1931 el gobierno uriburista como parte de su intención de implantar una profunda reforma política que incluía la derogación de la ley Sáenz Peña, piedra nodal del sistema electoral precedente al golpe, aunque también impelido por propios y extraños, elabora un plan estratégico: convocar de manera escalonada una serie de elecciones provinciales que funjan de testigo a una futura legitimación, entre ellas ya estaba Santa Fe en tanto se suponía que el Partido Demócrata Progresista, ambiguo aliado, podría derrotar al radicalismo; tal circunstancia ya había puesto en alerta a las autoridades eclesiásticas santafesinas ante la que suponían una grave amenaza dada la tradición secularizadora del PDP (aunque habría que recordar también que la intervención santafesina está integrada por conspicuos miembros de ese partido). Pero el panorama político inmediatamente posterior puso a la iglesia santafesina en actitud todavía mas beligerante, la abstención del radicalismo dejo el camino libre al PDP santafesino, que gana las elecciones a gobernador con un claro discurso reformista sostenido en la consiga se la recuperación de la cuestionada Constitución de 1921. A poco menos de dos meses de asumir el gobernador Luciano Molinas da por promulgada la citada Constitución el 4 de abril de 1932, cumpliendo con los peores presagios para la iglesia santafesina. La selección de fuentes que aquí presentamos es en buena medida el reflejo de tal coyuntura a una escala local, en el extremo sudeste santafesino la parroquia de Villa Constitución promueve la creación de un boletín parroquial que verá la luz su primer número el domingo 3 de abril de 1932. El Samaritano es pequeño, cuatro páginas, pero de buena calidad de impresión está dividido en secciones muchas de las cuales dan cuenta de las actividades de la parroquia y sus feligreses, pero particularmente dos nos han interesado: Actualidad y, en ellas hay clarísimas tomas de posición respecto de las claves del debate en la que la iglesia se posiciona respecto de la coyuntura provincial, pero también el mas extenso debate de las ideas de la entreguerras. La selección, en evidente articulación con el dossier de este número, no busca resolver tan excesivo problema, mas bien pretende un disparador, no tiene más pretensión que ser disparadora, mera indicación de una riqueza potencial que le espera a una historiografía más atenta a una escala de análisis que en lo inmediato puede proveer más de una novedad puntual al campo y tal vez en un mediano plazo, una vez producida la necesaria llegada a un punto de saturación mínima donde confluyan los aportes individuales o grupales, confluya en una nueva visión de conjunto de la historia argentina a la que la perspectiva local ha seguramente de contribuir significativamente